Día de la vida Religiosa

El 2 de febrero como Iglesia celebramos la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, fecha instaurada por el Papa Juan Pablo II desde el año de 1997.

Actualmente existen en Costa Rica 103 sacerdotes religiosos y 359 religiosas. Hoy hay aproximadamente 77 congregaciones religiosas. 25 masculinas y 52 femeninas.

Respondimos al llamado y participamos en una Peregrinación hacia la Basílica de Nuestra Señora Ángeles en Cártago, también estaba presente una delegación de la diócesis de Tilarán, con ocasión de la apertura de la Gran Misión Continental en su territorio diocesano y vinieron a poner la Misión bajo la protección de la Virgen María.

Luego de la peregrinación se participó de la eucaristía presidida por Monseñor Vittorino Girardi Obispo de Tilarán y concelebrada por Monseñor Pierre Nuyen Van Tot, Nuncio Apostólico, Monseñor Ángel San Casimiro Fernández, Obispo de Alajuela, Monseñor Monseñor Héctor Morera, Obispo emérito de Tilarán y miembros de la Comisión de Vida Consagrada (CONFRECOR).

A continuación aspectos principales de la Homilía de Monseñor Vittorino Girardi:

1. ¿Qué hay detrás del símbolo de la luz? Luz , símbolo que atraviesa toda la historia de salvación.
2. Cristo nos participa de su misión.
3. Vida Consagrada en el corazón de la Iglesia, Luz que se ve.

Y en el Génesis la primera Palabra de Dios que se registra es “Fiat Luz”, luz que separa las tinieblas, hasta llegar al Apocalipsis en el último capítulo “Noche ya no habrá; no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos.” .

En San Juan Capítulo 9, frente al ciego de Nacimiento, Cristo se identifica como la Luz, descubrimos que la misión fundamental de Cristo es ser luz.
Iluminar sin Cristo es un sin sentido, sin Cristo estamos perdidos , el hombre no salva al hombre .

Como el ciego suplicamos: “Señor, que vea” y esa misma es la petición de cada religiosa y religioso hoy, ver con la mirada de Cristo.
La luz y demás símbolos de la vocación cristiana (luz, sal, agua) son realidades que simplemente por lo que son cumplen con su función: luz que ilumina, sal que da sabor, levadura que fermenta.